Paradójicamente, los proyectos más interiorizados con su país trascienden las fronteras. Pues, precisamente, su trabajo de conexión interna y de introspección con las tradiciones de las comunidades más antiguas y recónditas, los lleva a buscar más conexiones y resonancias fuera de los límites. Este viaje adentro-afuera nos concierne a todos, veamos por qué...
El proyecto "A través de las selvas del mundo", de la asociación peruana sin fines de lucro Construye Identidad, es un trabajo multidisciplinar que viene desarrollándose hace más de un año en las comunidades de la selva peruana de Junín, documentando los desafíos que enfrenta la arquitectura vernácula y el habitar de la selva, en la era de la globalización y cambio climático.
Ahora se ha dado inicio a la siguiente etapa, donde el equipo viajará a lo largo de la Franja Climática Tropical del mundo para visitar las selvas de cuatro continentes, un país por continente: Indonesia, Camerún, Honduras y Perú. Estos fueron seleccionados en base a similitud de características tanto geográficas como demográficas, desafíos económicos y riqueza cultural; con el fin de mostrar las problemáticas compartidas a lo largo de los bosques tropicales del mundo.
Descripción del equipo. Concretamente el proyecto resultará en tres partes: un documental, la publicación de un libro y el diseño de un prototipo de vivienda autosostenible para las comunidades Ashaninka que habitan la selva peruana. En el libro se presentará la investigación académica con la información y los datos precisos recogidos de primera mano, mientras que en el documental se podrá sentir la experiencia de la cultura habitando la selva. El prototipo recogerá las lecciones aprendidas del análisis comparativo de las técnicas y experiencias constructivas de estas comunidades.
Esta iniciativa nace en estos tiempos de cambio donde la globalización y el crecimiento urbano y poblacional desmesurado ejercen una presión muy fuerte sobre el medio ambiente. La franja tropical es un área crucial para la regulación de la temperatura global. Sin embargo, están desapareciendo y viéndose amenazadas por el crecimiento de la población, la industrialización y el calentamiento global inminente causado por el hombre. Es el momento preciso para tomar acción y afrontar los desafíos de vivir sin dañar los bosques. Así, el habitar se convierte en un factor fundamental a revisar.
Estas áreas tienen una gran cantidad de culturas ancestrales y arquitectura tradicional que por siglos han coexistido en armonía con las selvas, adaptándose al clima y la geografía, utilizando materiales locales, desarrollando técnicas constructivas propias del entorno, logrando un desarrollo sostenible. Sin embargo, es común que se piense que sus conocimientos son opuestos al progreso y la modernización. Y concisamente ahora, cada día más las ideas de modernidad y globalización van envolviendo a las distintas comunidades alejándolas del conocimiento tradicional.
¿Pero será que la solución de 'crecer sin depredar' la encontramos precisamente en comunidades rurales que han enfrentado su clima y geografía por tanto tiempo?
Como peruanos, es importante ponerse al centro del problema y proponer una solución. Creemos que el progreso no significa empezar de cero y hacer algo distinto, sino partir de los conocimientos de valor ancestral y enfrentar los desafíos actuales de subsistencia y cambio climático a través de soluciones innovadoras que reflejen el constante respeto y relación con la naturaleza.
Por lo tanto, el equipo -compuesto por profesionales voluntarios de distintas ramas como arquitectos y comunicadores audiovisuales, antropólogos y gestores- vivirá en las distintas comunidades nativas por un mes para poder absorber su cultura así como investigar y contrastar sus técnicas constructivas, sistema socioeconómico, historia y la relación con su entorno; y de esta manera descubrir las potencias de cada lugar.
Es fundamental mencionar que la alianza estratégica con entidades como la CARE (Central Ashaninka del Río Ene) -una organización indígena no gubernamental que representa a 17 comunidades Ashaninka de la selva Peruana-, y ONGs en cada uno de los países a visitar, es indispensable, ya que gracias a ellos y su trabajo previo se puede acceder a las distintas comunidades. Todo el material producido será entregado a las ONGs aliadas y a las universidades locales y extranjeras, para que puedan trabajar juntos hacia la misma meta del crecimiento sostenible.